VIII
Pocos nombres se encuentran tan
íntimamente ligados a la identidad del mexicano, a la construcción del
nacionalismo mexicano y a la tareas de alfabetización y reforma educativa como
el de José Vasconcelos (1882-1959).
Una de las tareas de la post
Revolución mexicana fue la (re)creación de la noción de Patria. Para Vasconcelos el “patriotismo”
se hace con altos jornales, con millones de escuelas, con ideas y sentimientos
de justicia, con aspiraciones rigurosas e irresistibles de libertad”[1].
La participación en el Ateneo de
la Juventud , la experiencia ganada e inspirada a partir de la revista Savia
Moderna impregnarían a Vasconcelos y lo embarcarían en un viaje sin retorno,
esto es, a la reflexión cotidiana sobre la tarea de la enseñanza-aprendizaje en
un país con tanta desigualdad social y
económica. Vasconcelos quien se
había licenciado en Derecho, apoyó la presidencia de Madero, y durante su regencia
fungió como presidente del Ateneo de la Juventud. (En este tiempo se creó la Facultad de
Humanidades). Pero cuando Victoriano Huerta concretó el Golpe de Estado en
contra de Madero, Vasconcelos se refugió intermitentemente tanto en Europa como
en Estados Unidos y con esporádicas estancias en México. “Tras la muerte de
Carranza el presidente Interino Adolfo de la Huerta le encargó el Departamento
Universitario y de Bellas Artes, cargo que incluiría la rectoría de la
Universidad Nacional de México.”[2] Vasconcelos se dedicó a incentivar la apertura
de un gran número de primarias y bibliotecas a lo largo y ancho del país con el fin de combatir el analfabetismo
imperante. Además, tuvo la visión de convocar a los muralistas mexicanos a
plasmar la historia nacional en los muros de la recién fundada Secretaría de
Educación Pública,la cual tendría alcance nacional (octubre de 1921), antes Departamento
Universitario y de Bellas Artes (alcance local). Bajo la dirección de Vasconcelos la educación en México adquirió el
carácter de laica, gratuita, obligatoria y uniforme.[3]
Para expresar todas estas ideas que hoy procuro exponer en
rápida síntesis, hace algunos años, cuando todavía no se hallaban bien
definidas, procuré darles signos en el nuevo Palacio de la Educación Pública de
México. Sin elementos bastantes para hacer exactamente lo que deseaba, tuve que
conformarme con una construcción renacentista española, de dos patios, con
arquerías y pasarelas, que tienen algo de la impresión de un ala. En los
tableros de los cuatro ángulos del patio anterior hice labrar alegorías de
España, de México, Grecia y la India, las cuatro civilizaciones particulares
que más tienen que contribuir a la formación de la América Latina. En seguida,
debajo de estas cuatro alegorías, debieron levantarse cuatro grandes estatuas
de piedra de las cuatro grandes razas contemporáneas: la Blanca, la Roja, la
Negra y la Amarilla, para indicar que la América es hogar de todas, y de todas
necesita. Finalmente, en el centro debía erigirse un monumento que en alguna
forma simbolizara la ley de los tres estados: el material, el intelectual y el
estético. Todo para indicar que, mediante el ejercicio de la triple ley,
llegaremos en América, antes que en parte alguna del globo, a la creación de
una raza hecha con el tesoro de todas las anteriores, la raza final, la raza
cósmica.[4]
Pero antes, incluso que sus más connotadas
obras El Ulises Criollo (1935) y La Raza Cósmica (1925), Vasconcelos esgrimió el lema que hasta hoy identifica a nuestra querida Universidad “Por mi raza
hablará el espíritú”, Fue en abril de 1921, cuando presentó ante el Consejo
Universitario su propuesta de lema y escudo. Según lo explicaría más
tarde, el lema "significa [...] la convicción de que la raza nuestra
elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y
libérrima", mientras que el escudo representa a "Nuestro continente
nuevo y antiguo, predestinado a contener una raza quinta, la raza cósmica, en
la cual se fundirán las dispersas y se consumará la unidad". Imaginé
así el escudo universitario que presenté al Consejo, toscamente y con una
leyenda: Por mi raza hablará el espíritu, pretendiendo significar que
despertábamos de una larga noche de opresión, dijo entonces.[5]
En nuestra siguiente entrega: La lucha por la Autonomía universitaria.
[1] Casasola Pérez, Adriana: La
creación de la Secetaría de Educación Pública como producto del ideal nacionalista de José Vasconcelos, (Tesis
de licenciatura) México: UNAM 2006.
[2]
Wikipedia „José Vasconcelos“ (18.02.2014)
[3] Cfr. Casasola Pérez: La
creación…
[4] "José Vasconcelos: La Raza
Cósmica", en http://www.filosofia.org/aut/001/razacos.htm (19.02.2014)
[5] “José Vasconcelos: Por mi
raza hablará el espíritu” en: Cultura Unam http://www.cultura.unam.mx/index.html?tp=articulo&id=1228&ac=mostrar&Itemid=&ct=414&titulo=jos%C3%A9-vasconcelos-por-mi-raza-hablar%C3%A1-el-esp%C3%Adritu
(19.02.2014)
Foto: Secretaría de Educación Pública, Mural de Diego Rivera.